Chileno, orgulloso Conchalino,
investigativo, curioso y estudioso de variados temas (sobre todo de ciencia)
Desde hace ya algún
tiempo, ha tenido resonancia el nombre de Energías sustentables no
convencionales y todos sus sinónimos. En general hablamos de las energías limpias en su amplio
espectro “amigables con el ambiente”.
Del por qué deberían tener una mayor relevancia en nuestras vidas, para un bienestar propio y comunitario. Y
también del por qué no se masifican, al paso que en general nuestra sociedad
está acostumbrada al avance de las tecnologías. Lo que quiero
indicar en este artículo es expresar, no solo la capacidad inventiva positiva
humana, sino también de apoderarnos de estas capacidades que ya hace largo
tiempo están en nuestras manos, lamentablemente lejanas debido no solo a sus
altos costos, nulo apoyo gubernamental tanto monetario como legislativo sobre
estas, si no la intervención de empresas que poco se benefician de algo que
podríamos llamar “”democratización energética””.
En nuestra historia
como raza está llena de aciertos y malas decisiones, o en su defecto no darnos
cuenta de que el rumbo que estamos tomando no es de los mejores, esto fue lo
que nos está sucediendo ahora con respecto a las energías, que diariamente nos
hacen transportarnos o tomarnos un buen café por la mañana. Pero siempre fue de
esa forma?....
Solo ahora
pereciese que viniese una horda de sistemas de ahorro, economización de
energía o derechamente crear energía
limpia a base de algo tan desapercibido como lo es el sol, el viento, el
vapor geotérmico e incluso las olas del mar. Pero esto no es algo tan nuevo,
parece increíble pero, ni más ni menos la primera celda eléctrica fotovoltaica
tiene sus orígenes a finales del siglo 19 por un desconocido Charles Frittz. Y
no era algo poco común en esa época, finales del siglo 19 y principios del 20.
Se podría decir de esa época como una era dorada del descubrimiento eléctrico
se experimentaba con todo, tanto en como producirla y luego en que ocuparla.
Pero en mucho de estos casos grandes conglomerados energéticos y productivos.
de cierta forma conspiraron en contra de algo que veían casi como un enemigo que había que por toda
costa desaparecer o hacerlo impopular.
Y esto no es algo
aislado en los principios del siglo 20 no era poco usual oír el nombre de
Vehículos eléctricos, es mas en esa época eran casi la norma, en la cual la
gente de esa época se transportaba, fue tan popular que en 1912 solo en estados
unidos se registraron más de 34.000 vehículos de estos. Pero que paso. Fue
casual o fortuita? Todo parece indicar que no fue de esa forma. No fue el único, hay una larga lista de de
inventores y sus creaciones quede haber salido a las luz popularmente
seguramente al día de hoy veríamos de otra forma la energía. Pero creo que
podríamos profundizar en otro artículo si es que se da la oportunidad.
Crear nuestra energía,
profundización, pros y contras
Podemos ser
energéticamente auto sustentables? La respuesta es sí, y ha sido si durante un
largo tiempo, los grandes “que” de este tema no van por la poca voluntad de la
gente, sino mas bien porque prácticamente todo está en contra de quien quiere
ser más independiente y menos contaminante
en cuanto a cómo se provee de esta energía, las energías que están más
al alcance de la realidad no solo nacional si no a escala global, son la
energía fotovoltaica (solar) y la eólica (viento).
La particularidad
de estas energías, es que amoldan perfectamente a Chile (realmente casi
todas). Debido a las excelentes
condiciones climáticas, a la cual nuestro país está expuesto, en el norte y
hasta buena parte de la zona centro sur, es un lugar perfecto para desarrollar
la energía solar.
Y la eólica ni que
decir prácticamente en todo el país existen excelentes zonas en donde ejercer
proyectos masivos o a pequeña escala para abastecer de energía a unas cuantas
casa, pequeños poblados, o grande
ciudades.
La excelente
radiación solar, permite o permitiría la masificación de la tecnología
fotovoltaica, no hablo solo a gran escala (centrales solares) que durante el
transcurso de esta década surgirían grandes proyectos. Si no que a pequeña
escala, hablando del aprovisionamiento
hogareño creando una independencia energética o por lo bajo una reducción casi
a cero del consumo de energía provista por una transmisora. Pero ¿Porque
realizaríamos un cambio así de radical?
Actualmente los
incentivos no son muchos, tal vez el más propio de este y casi una bandera de
lucha, es ser más amigable con tu entorno, aprovechando lo que se encuentra
disponible libre y gratis a tu disposición. Tal vez uno de los mejores fundamentos
es que se paga sola, puesto que una vez instalada en la zona que se desea se
deja de lado casi por completo la dependencia de un proveedor externo.
Está claro que
faltan incentivos, y es mas podríamos decir que este tipo de energía es algo
elitista, puesto que no muchos pueden hacer las inversiones necesarias para
proveerse de equipos generadores de electricidad limpia. Ya que no hablamos
solo de comprar paneles, veletas eólicas u otros dispositivos. Si no todo el
equipamiento de almacenamiento, y control de voltaje del mismo, hablamos de
inversiones millonarias.
El ideal de todo
esto para que una vez se dé una real partida a la generación limpia, es el
incentivo. El ejemplo más cercano es Alemania, en donde a ti tus excedentes de
energía provistos por cualquier tipo de generación renovables son inyectados a
la red y tarifados, en otras palabras, te pagan, esto se conoce como net metering.
En chile el net metering silenciosamente ya es casi una
realidad, a través del centro de energías renovable (Corfo) y la ley 20.571 que
regularía el pago de tarifas eléctricas de la generación residencial, actualmente
se estudia el reglamento y es de esperar prontamente su salida a la luz.
Esto podría
desembocar en que Chile sea un mercado atractivo para que se desarrollen este
tipo energías. Y que en un futuro nos sea común ver en los techos paneles
solares o pequeños generadores eólicos. Todo se basa en la voluntad
gubernamental de sacar proyectos y defender las energías renovables, para sean
una real competencia a la generación convencional.
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